¡Nadie me preguntó!
- El divorcio puede ser confuso, tumultuoso y deprimente para un niño
- Este juego proporciona una vía para que los niños expresen y enfrenten los sentimientos que acompañan al divorcio.
- Les da voz a los niños preguntándoles cómo se sienten acerca de una situación en la que no tuvieron voz y que afecta en gran medida sus vidas.
Por sharon gee
La mitad de todos los niños en los EE. UU. experimentarán el divorcio de sus padres antes de cumplir 18 años. Para un niño, esta experiencia puede ser confusa, tumultuosa y deprimente. ¡Nadie me preguntó! proporciona una vía para que los niños expresen y enfrenten esos sentimientos.
A medida que los jugadores se mueven por el tablero de juego, se les hacen preguntas sobre sus sentimientos hacia sus padres y cómo han cambiado sus vidas después del divorcio. Las cartas del juego abordan situaciones hipotéticas, como mudarse a un nuevo vecindario, dificultades financieras, citas de los padres y volver a casarse. Al considerar estas cuestiones, los niños están mejor preparados para situaciones que puedan enfrentar en el futuro.
¡Nadie me preguntó! les da voz a los niños al preguntarles cómo se sienten acerca de una situación en la que no tuvieron voz y que afecta en gran medida sus vidas.
Apto para niños de 8 a 15 años. Hasta 4 personas o equipos.